En cuanto reaccioné a la situación, localicé a la señora Grose lo más rápido que pude, pero yo no era la única que tenía malas noticias. En cuanto me reencontré con ella, su expresión habló por si sola. Lo primero que se me pasó por la cabeza, fue que Flora corrió la misma suerte que su hermano tras notar la presencia de Jessel, pero afortunadamente no fue así. Cuando la chica le contó a su tío todo lo que pasó en los últimos días, este echó indignado a la criada, diciendo que ella tendría que haberle informado de lo ocurrido desde el principio, para poder tomar medidas.
Tras el entierro de mi pequeño, la señora Grose y yo, como buenas amigas, nos ayudamos mutuamente en todo lo necesario. Conseguimos arrendar una casa en Londres con nuestros ahorros, y nos las ingeniamos para seguir adelante.
Creí que tres años después de los espantosos momentos que vivimos, todo volvería a la normalidad, y aunque en el fondo quedase el recuerdo de nuestros antiguos niños, poco a poco iríamos superando la angustia de haberlos perdido. Efectivamente, todo iba bien, hasta ahora. Parece que todo vuelve a ser como al principio, las apariciones de Jessel, de Quint, y nuevamente, de Miles. Las visitas de los fantasmas de mi pasado, me atormentan cada vez más, hasta tal punto que ya no puedo soportarlo.
He tomado una decisión. Lo más sensato es rendirme. Tendré en cuenta el dicho: ''si no puedes con tus enemigos, únete a ellos.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario