ACTO TERCERO.
Cuadro último.
Se encuentran la madre y la vecina dentro de la casa y la novia en la puerta de ésta.
NOVIA: Yo he sido culpable de todo. Tu hijo no me merecía. No soy digna de seguir viviendo.
MADRE: Mereces seguir viviendo con toda la culpabilidad del mundo. No mereces el perdón de nadie.
VECINA: Es mejor que dejemos esto de una vez.
NOVIA: (Llorando) ¡No!
MADRE: Calla y vete donde no pueda verte.
(La novia empuja a la madre y a la vecina dejándolas caer al suelo. Se dirige a la cocina y coge una navaja.)
NOVIA: Soy demasiado cobarde para vivir así. (Dicho esto clava la navaja en su corazón.)
MADRE: (Se levanta del suelo, saca la navaja clavada en el pecho de la novia y mira a la vecina.) Yo también merezco reunirme con los míos. ( Se clava la navaja. en el pecho.)
VECINA: (De rodillas y llorando.) Dios os perdone a las dos.
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