Tras pedirle a Walton que cuando muriese, persiguiera a la criatura que había creado, me quedé tranquilo. Confié en que el monstruo terminaría pagando por las muertes que causó entre mis seres queridos, pero por desgracia me equivoqué.
Caí enfermo, y estuve muy grave, pero no lo suficiente como para perder el contacto con el que vengaría mi muerte. Días despues, este no me contestaba a las cartas, no sabía nada, absolutamente nada de él. Me temí lo peor, y no me equivoqué. El asesino que creé volvió a actuar contra mi, cosa que no me sorprendió mucho, ya que hizo cosas peores.
Estas son mis últimas horas de vida, y aunque el ser que mató a mi familia sigue vivo, me iré satisfecho, pues no le he dado el gusto de dejar que él mismo me mate como hizo con tantas personas.
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